
«El eco del valor resuena eternamente», es el evocador lema que te recibe a la entrada del hangar en su base del Musel.
Dice mucho de estos profesionales, auténticos ángeles, que durante todo el año, las 24 horas, están listos para prestar su vital servicio.
No dudarán en adentrarse en la noche más oscura, contra vientos huracanados para cambiar el fatal destino del náufrago.
Entre el cielo y el mar se encuentra el nadador de rescate, que como un Dragón del Cantábrico se abrirá paso en una desigual lucha contra los elementos para llevarte a la seguridad del helicóptero, de vuelta a la vida.
El AW-139 dispone de grúa externa dual de rescate, radar de búsqueda y metereológico, sistema FLIR, un potente foco Night Sun; además cuenta con una autonomía de cinco horas y desarrolla una velocidad de crucero de 306 Km/h.
Asturias, Gijón, no puede sentirse más orgullosa por contar con tan ilustres vecinos, que como ellos mismos dicen: «La gente sabe que vamos a darlo todo por ayudar por muy malas que sean las condiciones y por eso nos sentimos muy queridos».
Que mejor manera de demostrárselo que con una mar agitada de gorras, toallas y miles de aplausos en el Festival Aéreo Internacional De Gijón.
Fotografía: Alfredo Benjamín Ramírez Sancho